Blade Runner 2019: ¿sobrevalorada?

Esta aclamada película de 1982, dirigida por Ridley Scott, se ha convertido en un clásico del género de ciencia ficción. El porqué es un misterio para mí.
  Partiendo del hecho de que no me gusta demasiado la ciencia ficción (y teniendo en cuenta también que he dejado esto de lado a la hora de ver esta película para no juzgar antes de tiempo), la conclusión que saco de Blade Runner 2019 es, sobre todo, que se trata de una película aburrida.
  Si bien la estética está muy buscada (y lograda, desde luego), la trama y el desarrollo (muy lento, por cierto) de este largometraje no me parecen sobresalientes, ni mucho menos.
En mi caso, me veía obligada a rebobinar constantemente, por el simple hecho de que dejaba de prestarle atención a menudo, sin darme cuenta y sin querer. Tenía que esforzarme en seguir viéndola, cuando se supone que esto no debería ser así (al menos, no es así en las películas realmente buenas). Lo cierto es que considero buena una película, entre otras cosas, cuando te engancha desde el principio hasta el final, y este no es, ni de lejos, el caso de Blade Runner.
  También se habla de la existencia de un supuesto trasfondo en esta película, que seguramente muchos fans de este largometraje me acusarían de no entender, siendo esta, por consiguiente, la causa de mi rechazo hacia este filme. Sinceramente, no creo que este sea el problema, ya que su filosofía (si es que la tiene) me ha dejado indiferente.
  Es un hecho: Blade Runner es una película especial, y esto hace que dependa mucho de cada persona el que le guste o no. Y una última característica es que, en mi opinión, carece de término medio: o te encanta, o no te gusta nada.